¿Son los videojuegos un deporte? Bien, la inmensa mayoría de la sociedad diría que no, aunque esto puede deberse a una mentalidad anacrónica heredera de todas las influencias sociales e históricas de nuestro mundo. He de dejar claro, desde el primer momento, que yo no los considero un deporte. ¿Cómo osa decir algo así trabajando para una web dedicada a un videojuego que cada vez se acerca a lo que tradicionalmente se entiende como disciplina deportiva.
Pues
bien, podemos analizar cada uno de los componentes del significado
contemplado para comprobar si, etimológicamente, la práctica de un
videojuego a cualquier nivel puede considerarse como un deporte.
Empezaré por el final de la definición:
- Sujeción a normas: Este punto está más que cubierto cuando hablamos de League of Legends, y en lo que respecta a este artículo me referiré siempre a éste durante la comparación. Dejando a un lado las propias normas del juego, que facilitan su funcionamiento básico y sin las cuales habría una constante anarquía en cada partida, existen reglamentos oficiales orientados al nivel competitivo.
- Cuya práctica supone entrenamiento: Otro argumento en contra del gaming que puede rebatirse con suma facilidad. El propio Piglet confesaba hace unos días que jugaba entre 14 y 15 horas diarias para mejorar. Quitando que sea bastante más de lo que muchos profesionales de deportes consolidados dedican a desarrollar sus capacidades, lo cual entra dentro de la ética de trabajo personal, no encontramos diferencias entre el escolta que lanza 500 triples al día para subir sus porcentajes de tiro y el ADC que no deja de jugar para conseguir una mecánica de kite perfecta o el timing correcto para utilizar Cleanse.
- Ejercida como juego o competición: Tampoco pueden resguardarse tras esta alegación los que afirman que los eSports no son deporte, ya que como hemos mencionado existen campeonatos, sin ir más lejos los Mundiales, que entra dentro de la idiosincrasia deportiva. De hecho, y como dato simplemente anecdótico pero que suele relacionarse con estas disciplinas, los premios que se entregan en estos torneos son una magnitud cada vez mayor
- Actividad física: He aquí el quid de la cuestión, el elemento que suscita y alimenta la redacción del texto. La práctica de un videojuego, excluyendo algunos casos aislados como Dance Dance Revolution, no requieren el esfuerzo físico que caracteriza a la inmensa mayoría de deportes. Es cierto que determinadas limitaciones físicas pueden lastrar la capacidad del jugador, como una lesión en las manos (Creatonn sabe de lo que hablo), y que sí puede provocar lesiones como la siempre vinculada a los adictos al teclado, el síndrome del túnel carpiano, pero no exige una preparación física. Llegados a este punto, muchos estaréis pensando en el ajedrez, reconocido como deporte desde hace años, y os plantearéis por qué este juego sí se define como deporte y los videojuegos no.
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